¿Qué si alguien se acerca a ustedes y les dice que el mundo en verdad puede cambiar?, ¿qué si en algún lado leen que todo y todos importamos?, ¿qué si escuchan que la energía que necesitamos para mejorar nuestra vida y la de los demás todos la tenemos?, ¿qué si les digo que ésa energía es el amor?
Tal creerán que soy sólo un hippie declarando que "hagan el amor y no la guerra", o que ya lo leyeron en libros de Paulo Cohelo, o en otros, o que simplemente soy un chiflado.
Pero ésta es la verdad, y la verdad es que, como ya lo comenté en alguna ocasión, Jesús es el amor más completo, y no me refiero sólo porque murio por nosotros, sino porque nos enseñó lo completo del amor, su universalidad, no sólo es lo que sentimos por nuestras parejas, nuestros hijos, nuestros padres o amigos, es también lo que debemos de sentir a nosotros mismos, a quienes no conocemos, a nuestro entorno, al mundo, a los animales, a las ideas, a los valores de justicia y respeto, enre otros, pero sobre todo, reitero, SOBRE todo: a Dios.
El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. El amor nunca falla.
¿Qué si les digo que ésta frase está en la Biblia?, muchos seguro la conocen, pero, más allá de sólo relacionarla con el amor de pareja, ¿han analizado su contenido?, si es así, estarán conmigo deacuerdo de lo maravilloso que es ésa energía, una capaz de regocijarse con la justicia y la verdad, que es decente, una que nunca falla y que siempre es bondadosa, una que transforma vidas.
Si lees éste pasaje, no menosprecies el contenido ni el mensaje, llénate de ésta energía y comienza a irradiarla en todos y en todo lo que haces, levántate con una sonrisa no sólo para tu familia y amigos, dásela a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo, a tus mascotas, sonríe cuando hagas un esfuerzo por cuidar tu medioambiente, el agua, los recursos, cuando haces tu trabajo y tus deberes.
Dios en verdad nos dejó lo que necesitamos, sólo que siempre estamos pensando en inventar una nueva necesidad, y así terminamos amargándonos y empobreciendonos cada día más, porque rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Dios te bendice...